Niños Pequeños, Plasticidad Cerebral, y Educación Financiera La Combinación Perfecta para el Éxito Futuro
Como ya te hemos dicho en artículos anteriores, la infancia es el mejor momento para comenzar a acumular herramientas y conocimientos que preparen al individuo para el resto de su vida, lo cual en sí mismo reviste gran importancia, pero si hablamos de dinero más todavía, porque lo que está en juego es su estabilidad […]
Como ya te hemos dicho en artículos anteriores, la infancia es el mejor momento para comenzar a acumular herramientas y conocimientos que preparen al individuo para el resto de su vida, lo cual en sí mismo reviste gran importancia, pero si hablamos de dinero más todavía, porque lo que está en juego es su estabilidad y éxito futuro.
Siendo así el panorama, es lógico pensar que nunca es demasiado pronto para iniciar este proceso. Nosotros lo sabemos por estudio y por experiencia en la práctica (por eso te lo aseguramos con tanta propiedad), pero si a ti aún te cuesta creer que entre los 3 y los 6 años sea el momento perfecto para iniciar la educación financiera de tus hijos… ¡Prepárate para sorprenderte!, pues hoy te hablaremos sobre la plasticidad cerebral de un niño de esa edad, y cómo esta se relaciona (para bien) con la educación financiera temprana.
“Mientras más Temprano Mejor”, Una Afirmación con Base Científica
Partamos de la base misma, La Plasticidad Cerebral. Este concepto se refiere a la capacidad que tiene el cerebro humano para cambiar y adaptarse a diferentes estímulos y experiencias a lo largo de la existencia, ahora ¡Atención porque aquí es dónde viene el súper dato!: durante los primeros años de vida (especialmente entre los 3 y 6 ), nuestro cerebro se comporta como una esponja que absorbe todo a su alrededor, es por eso que en esta etapa los niños tienen una capacidad innata para aprender y desarrollar nuevas habilidades, lo cual les permite captar, comprender y fijar conocimientos de manera rápida y eficiente. Esto se debe a que las conexiones cerebrales se están formando y reforzando constantemente, permitiendo al niño adquirir nuevas habilidades cognitivas y emocionales de manera acelerada, por lo que es fundamental aprovechar este momento para brindarles experiencias enriquecedoras, entre ellas la educación financiera.
Numerosos estudios científicos han demostrado que los niños que adquieren conocimientos financieros desde temprana edad tienen una mayor probabilidad de tomar decisiones financieramente acertadas en su vida adulta, ¿Por qué?, porque gracias a la plasticidad reinante en esta etapa, su cerebro está en constante desarrollo y es capaz de absorber e internalizar estos conocimientos con mayor facilidad, ya que no se trata de aturdirlos con términos complicados sobre economía o cómo invertir en la bolsa de valores, sino más bien, inculcarles conceptos básicos como el valor del dinero, la importancia de ahorrar, la necesidad de administrar sabiamente y gastar de manera responsable.
Te lo explicamos de forma más concreta: Los estímulos relacionados con la educación financiera, como aprender a contar dinero, identificar y diferenciar monedas y billetes, comprender el valor del ahorro y la importancia de las decisiones económicas, tienen un impacto directo en las conexiones cerebrales del niño. La repetición y consolidación de estos conceptos a lo largo del tiempo fortalece estas conexiones, permitiendo al niño desarrollar una base sólida de conocimientos financieros que durará para el resto de su vida.
Y Además Viene con Valor Agregado
Por si esto fuera poco, es importante destacar que la educación financiera en etapas tempranas no solo se limita a aprender conceptos financieros básicos. También implica fomentar habilidades socioemocionales, como la paciencia, el autocontrol y el manejo de la gratificación, que son de vital importancia en el cambiante y vertiginoso mundo donde les tocará desenvolverse a nuestros hijos, y que desarrollarán ampliamente gracias a la misma plasticidad cerebral.
Además, la formación temprana en finanzas ayuda a los niños a desarrollar habilidades cognitivas fundamentales, como la capacidad de planificar, la toma decisiones informadas y la capacidad de resolución de conflictos. Estas habilidades, combinadas con una comprensión sólida de conceptos financieros básicos, les brindan una ventaja significativa en su evolución personal y profesional.
En resumen, podemos afirmar que la impresionante plasticidad cerebral de los niños pequeños representa una oportunidad única para brindarles educación financiera, aprovechando esta etapa crucial de desarrollo para marcar una gran diferencia en su futuro, pues no sólo estarás ayudando a formar individuos financieramente responsables, sino que también estarás sentando las bases para que tengan un futuro próspero en todos los aspectos.
Así que empieza ahora mismo, ¡Enséñales a tus hijos el valor del dinero y la forma correcta de administrarlo! … ¿No sabes cómo hacerlo? … En Ploutuslab estamos para ayudarte… ¡Contáctanos!